Construir su caso

Para construir un caso ganador, la carga de reunir pruebas, tanto escritas como orales, que sean específicas, precisas y objetivas recae sobre usted, su sindicato o su abogado. Aunque no acabes en los tribunales, tienes que presentar un caso que un juez pueda considerar creíble para que tu empresa se plantee resolver la demanda a tu favor.

Este consejo se aplica a los casos planteados en una amplia gama de foros, incluidos los tribunales, los organismos administrativos, como la EEOC o la NLRB, y el arbitraje. La comunicación con su sindicato es especialmente importante en un arbitraje en virtud de un convenio colectivo, porque en esa situación, el sindicato es el principal responsable de presentar su caso.

Reúna y ponga en orden cronológico todos los documentos que pueda encontrar relacionados con su empleo: cada recibo de sueldo, cada memorándum, cada nota manuscrita. Intenta, dentro de las normas de tu empresa, conseguir copias de:

• Evaluaciones de resultados
• Advertencias o reprimendas disciplinarias
• Cartas de agradecimiento o elogio (de jefes, clientes o compañeros de trabajo)
• Notas internas
• Boletines de empresa
• Registro de asistencia
• Cualquier documento en el que conste el motivo de su despido
• Manuales u otros documentos que describan las normas, políticas y procedimientos de trabajo.
• Información sobre pensiones y planes de jubilación
• Documentos relacionados con su solicitud de subsidio de desempleo
• Copias de las tareas asignadas
• Organigramas, diagramas, planos, etc.

No coja documentos ni acceda a información a la que no tenga derecho ni le corresponda. Si está afiliado a un sindicato, pida a su sindicato que le ayude a conseguir documentos que de otro modo serían difíciles de obtener, pero a los que tiene derecho legalmente.

Si cree que compañeros de trabajo u otras personas observaron su trato injusto, haga una lista de sus nombres, direcciones y números de teléfono particulares, junto con un resumen de lo que espera que digan, ya sea bueno o malo. Los testigos "malos" o poco amistosos son especialmente importantes para comentarlos con su abogado, de modo que pueda evaluar el daño que podrían causar a su caso. Hombre prevenido vale por dos.

Pide a testigos amistosos que te entreguen una declaración escrita de todo lo que vieron u oyeron en persona en relación con tu situación en cuanto decidas emprender acciones contra tu empleador. Los recuerdos se desvanecen con el tiempo. Asegúrese de que los testigos declaran sólo los hechos que conocen personalmente y dan ejemplos concretos de lo que han visto ellos mismos o de lo que les han contado directamente. Declaraciones generales como "Todo el mundo sabía que el supervisor iba a por ella" no son útiles para su caso. Obtenga declaraciones en las que se especifique quién, qué, cuándo y dónde se produjo la acción discriminatoria o ilegal, como los gritos del empresario o la interferencia en su trabajo. Si es posible, haga firmar la declaración ante notario.

Las declaraciones de testigos más útiles se basan en hechos concretos y no están adornadas por la ira hacia su empleador o por la amistad hacia usted. Deben ser lo suficientemente detalladas para que quien las lea -el tribunal, un abogado o un investigador de la agencia- vea el "cuadro completo".

Si sabes de empleados que fueron maltratados del mismo modo que tú, pídeles declaraciones sobre el modo en que fueron tratados. Si tu supervisor, por ejemplo, te hizo comentarios insultantes y denigrantes a ti y a otros trabajadores, consigue declaraciones de los demás compañeros que citen o parafraseen los comentarios, indiquen las fechas en que se hicieron y nombren a otras personas que estuvieran presentes.

Esta es una selección de Derechos laborales y estrategias de supervivencia, de Paul H. Tobias y Susan Sauter.